PRESENTACIÓN. LIBRERÍA PAULINAS EN VALLADOLID
Ayer día 23 de Enero de 2025, a las 18:00 horas, tuvo la lugar la presentación de mi libro «El diálogo como categoría teológica. Un amor que desciende» editado por EDIBESA.
Era un día especial, lo viví con mi amigo Sergio, de Valencia. Quedarán pocas ocasiones para encontrarnos y dialogar. Celebrábamos la vida, el encontrarnos después de 25 años de amistad. En broma le decía que en este encuentro hubo de todo: hablamos, reímos y nos encontramos. Nos escuchamos como nunca. Pero que yo ahora era como una marquesa que me lo tenían que hacer todo. Pero que gracias a mi marquesado, él había tenido una sesión gratis de gimnasio, paciencia y sacrificio, al tenerme que empujar en la silla de ruedas por las calles empedradas de Valladolid, sorteando baches y personas que atropellan al caminar, pero que no se disculpan al hacerlo.
Dialogar puede parecer obvio, pero es necesario adentrarse y hacer conciente de lo que significa para poder celebrar la vida, la historia, nuestra existencia. Son cosas obvias, pero necesarias.
Las personas necesarias, las cosas necesarias son las que hemos de hacer presentes y conscientes. No quedan relegadas a una simple contemplación, necesitamos hablarlas para comprendernos y conocernos mejor, al mismo tiempo de ser agradecidos con Dios por la vida que nos ha permitido tener, por las experiencias que nos ha permitido vivir y el coraje que nos ha permitido amar.
Ayer no era un día fácil, tenía el hombro contracturado, estaba torpe para caminar, y me dormía por cualquier esquina; pero fue un día de una gran emoción. Me atreví a soltarme el pelo aunque me quede poco ya. No quise atarme a una simple lectura de mi escrito preparado para la ocasión. Me sentí a gusto, al igual que los presentes.
Ante todo despedirme con la gratitud de la amistad. Gratitud a la Librería Paulinas de Valladolid y a La Iglesia en Valladolid por grabar la presentación del libro. VIdeo que introduce este comentario. También yo grabé el acto. Como todo diálogo tenéis una doble visión de las cosas, para comprender que siempre hay otra perspectiva a la hora de comprendernos.
Fray Alexis González de León, o.p.
