RAZONES PARA VIVIR

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Hace tiempo que no escribo. Estoy en esa fase de mi enfermedad en la que ya no soy dueño de mí mismo. La medicación cada vez se abre más camino en mi vida y, con ella, sus efectos secundarios: sueño descontrolado. Los dolores de espalda son más acusados, Mis ojos parpadean más deprisa y se cierran. Cada frase es leída...

Aunque soy de los que dicen que a mí el cáncer me ha dado más de lo que me ha quitado, porque con él reconozco en mí una mayor profundidad, la serenidad se vuelve un lenguaje y el coraje un estilo de vida. Es cierto que con el cáncer suceden muchos cambios.

Si tuviera que expresar cómo me encuentro hoy diría: A MEDIAS CON LA VIDA. Digo a medias, porque mis fuerzas no están enteras,la fragilidad va venciendo, lo mismo que el cansancio y la ensoñación.

Remar mar adentro, es una expresión del evangelio que encontramos en el Evangelio de Lucas 5, 1-11. Es una indicación que Jesús hace a sus discípulos en una situación donde el esfuerzo realizado ha quedado en saco roto.

Ignoro lo que supondrá para mi vida y mis fuerzas los cuidados paliativos. Se supone que desde ahora tendré una atención más personalizada desde casa, para tratar el dolor y el cansancio según me vaya encontrando cada día.

Debo confesar que sentí más quebranto en mi alma con la pérdida de mi mejor amigo, hermano de comunidad, que padeció también cáncer y murió al tercer día de recibir un trasplante de hígado, que con la muerte de mi padre. Hay personas que se te cuelan en el alma con la sonrisa. Él era una de esas personas....

Utilizo el título de «espacios blancos» como metáfora organizativa. Quiero decir que, en mi desorden, he puesto una cierta disposición de las cosas que me permitiera una mejor accesibilidad y evitará la caída inevitable hacia el abismo de las cosas una vez que se tropiezan conmigo. No me resulta nada fácil poderlas recoger de los lugares recónditos...

Días atrás un amigo me preguntaba si no me alegraba de los buenos resultados que las pruebas médicas han mostrado: «Enfermedad estable en comparación con la última revisión». Es la segunda vez que aparece este diagnóstico.

Por lo general, damos por finalizados los años, los días, los meses… con ellos también llegan a su fin la vida, las relaciones, los trabajos, las vacaciones.